Esta mañana muy temprano ha sonado el teléfono, me he sorprendido al escuchar la voz del director de la entidad bancaria con la que trabajaba cuando tenía mis negocios en marcha.
Me ha comentado que el gobierno y la banca han llegado a una serie de acuerdos entre los que se contempla la concesión de préstamos, una parte al mismo interés que pagan los bancos por su rescate y otra a fondo perdido, pues no hay que olvidar que ese rescate ya lo estamos pagando todos los españoles. Esta línea de crédito va enfocada a ayudar a todos aquellos trabajadores autónomos que han tenido que cerrar sus negocios desde el comienzo de la crisis, para que puedan retomar su actividad.
Y lo mejor de todo es que no hay que presentar avales, simplemente un proyecto de viabilidad y justificar en qué se invierte el dinero.
Me parece una forma genial de reactivar la economía. Habrá menos locales cerrados, aumentará la oferta de empleo, se activarán el comercio y el consumo...
Estando inmerso en mis pensamientos dándole vueltas al tema, de nuevo suena el teléfono. Esta vez se trata de mi amigo Carlos. Está eufórico y apenas puede hablar por la emoción.
El banco había iniciado ya los trámites para ejecutar su desahucio, Carlos lleva más de dos años en el paro y al no poder hacer frente a la hipoteca estaba a punto de perder su piso. Sin embargo, se ha enterado hoy de que se ha aprobado una ley que obliga a esta gran inmobiliaria que es la banca, a otorgar todas las viviendas vacías para alquiler social, no pudiendo ser el precio del arrendamiento superior a un diez por ciento de los ingresos de las familias necesitadas para que puedan vivir dignamente. Esto se aplica a aquellos que no pueden pagar la hipoteca, convirtiéndose en una especie de "alquiler con opción de compra" hasta que recuperen su estabilidad económica, es decir, se queda en "suspenso" la compra del piso hasta que se pueda hacer frente a las cuotas del préstamo hipotecario.
La verdad es que llevaba mucho tiempo desencantado, ya no confiaba en ningún político fuere del color que fuere, ni en izquierdas ni en derechas, ni en arribas ni en abajos. Pero al fin parece que las cosas están cambiando y se están tomando decisiones pensando realmente en los más débiles y que redundan directamente en ellos
¡Riiiiiiing! ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiing! ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!
¿Otra vez el teléfono? Vaya mañana ajetreada que llevo.... pero... ¡no! ¡no puede ser!
Era demasiado bonito para ser verdad. ¿Año nuevo, vida nueva? ¡Y una mierda! Aquí todo sigue igual. El rico más rico y el pobre más pobre. Los ladrones de guante blanco quedan impunes. Muchos imputados, muchas tramas desveladas pero nadie devuelve un céntimo. Los únicos programas de nuestros partidos políticos son las descalificaciones a sus rivales...
Pues nada, seguiremos intentando sobrevivir y esperando a que algún día nuestros sueños se hagan realidad.
El banco había iniciado ya los trámites para ejecutar su desahucio, Carlos lleva más de dos años en el paro y al no poder hacer frente a la hipoteca estaba a punto de perder su piso. Sin embargo, se ha enterado hoy de que se ha aprobado una ley que obliga a esta gran inmobiliaria que es la banca, a otorgar todas las viviendas vacías para alquiler social, no pudiendo ser el precio del arrendamiento superior a un diez por ciento de los ingresos de las familias necesitadas para que puedan vivir dignamente. Esto se aplica a aquellos que no pueden pagar la hipoteca, convirtiéndose en una especie de "alquiler con opción de compra" hasta que recuperen su estabilidad económica, es decir, se queda en "suspenso" la compra del piso hasta que se pueda hacer frente a las cuotas del préstamo hipotecario.
La verdad es que llevaba mucho tiempo desencantado, ya no confiaba en ningún político fuere del color que fuere, ni en izquierdas ni en derechas, ni en arribas ni en abajos. Pero al fin parece que las cosas están cambiando y se están tomando decisiones pensando realmente en los más débiles y que redundan directamente en ellos
¡Riiiiiiing! ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiing! ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!
¿Otra vez el teléfono? Vaya mañana ajetreada que llevo.... pero... ¡no! ¡no puede ser!
Era demasiado bonito para ser verdad. ¿Año nuevo, vida nueva? ¡Y una mierda! Aquí todo sigue igual. El rico más rico y el pobre más pobre. Los ladrones de guante blanco quedan impunes. Muchos imputados, muchas tramas desveladas pero nadie devuelve un céntimo. Los únicos programas de nuestros partidos políticos son las descalificaciones a sus rivales...
Pues nada, seguiremos intentando sobrevivir y esperando a que algún día nuestros sueños se hagan realidad.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca
(1600-1681)
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