Con la actual crisis económica que nos ha tocado vivir, se han puesto de moda todo tipo de artilugios para liar cigarrillos, dado que el tabaco sin empaquetar es, de momento, más barato.
He rescatado del baúl de los recuerdos, esta maquinita "made in France" que perteneció a mi abuelo y de la que se pueden encontrar réplicas en los estancos.
Dejaré una breve explicación de cómo utilizar el invento. Necesitaremos tabaco -hebra o picadura- y papel de fumar estrecho y no muy largo para que se adapte a las dimensiones de la caja.
Se coloca el filtro -opcional- y el tabaco -también es opcional el mezclarlo o no- en el canalillo que forma la badana:
Se activa el adhesivo del papel de fumar humedeciéndolo con cualquier líquido que tengamos a mano. Yo he optado por la saliva, pero es válido cualquier otro.
Presionamos bien el tabaco y colocamos el papelillo con el adhesivo arriba y hacia nosotros.
Procedemos a cerrar la caja y el ingenioso mecanismo hará que el papel envuelva al tabaco, saliendo el cigarrillo, perfectamente hecho, por la abertura dispuesta para ese fin:
La ociosidad es la madre de todos los vicios
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